No es bueno comer demasiados huevos, el pan engorda… No todo lo que se afirma, en relación con la nutrición es cierto. Se trata de un ámbito en el que abundan los falsos mitos, por lo que hoy nos hemos propuesto desmontarlos, con la ayuda de la opinión experta de María Real Capell, (@mariarealcapell), farmacéutica, nutricionista y psiconeuroinmunoendocrina, quien nos ha resumido algunos de los más habituales. Toma nota.
Aquí hay que leer detenidamente la etiqueta para que la palabra light no sea un reclamo para generar ventas. Sí que es verdad que hay hoy en día productos light que realmente lo son de verdad (algunos quesos, por ejemplo) pero hay otros productos que son light porque se ha quitado parte de la grasa pero, sin embargo, para que sean más palatables, se les ha añadido azúcar. Esta segunda opción es casi peor que la primera. “Yo siempre digo a mis pacientes que cuando vean light en la etiqueta lo primero que tienen que pensar es ¿a ver dónde está la trampa? Y comprobar que no haya ningún engaño como por ejemplo este truco que utiliza la industria alimentaria de quitar la grasa y añadir azúcar”, nos cuenta la experta.
El agua fría por lo general es un poco más indigesta y en algunas personas puede provocar dolor de estómago, ya que expande un poco más el bolo alimentario y por eso puede hinchar y provocar un ligero dolor.
Además, el agua demasiado fría puede llevar a la deshidratación porque la absorsción del agua fría es más difícil para nuestro sistema digestivo.
Si siempre has bebido agua fría en verano y nunca te ha pasado nada no hace falta que te preocupes, hay personas que la toleran bien. Pero si has notado que te hincha un poco y te genera incomodidad, ahora ya sabes la razón por la cual ocurre y por lo tanto es mejor que la pidas del tiempo.
Nada engorda ni nada adelgaza, lo que cuenta es el cómputo de calorías total diario. Si tú comes más calorías que las que gastas estarás en “superavit” calórico y, por lo tanto, tu organismo irá subiendo de peso porque acumulará grasa. Sin embargo, si gastas más de lo que ingieres, estarás en “déficit calórico” y, por lo tanto, irás perdiendo peso poco a poco.
Con el sudor no se pierde grasa, se pierden agua y sales minerales. Perder mucha agua con la sudoración sí que puede reducir el peso total corporal ligeramente (hasta 1 kg), pero eso es por deshidratación y habría que hidratarse inmediatamente después de sudar. Los triatletas, por ejemplo, pueden llegar a perder 4 litros de sudor en una hora (que serían 4 kilos de peso aproximadamente) pero esto es agua y no grasa y por eso están bebiendo todo el rato. No es buena idea que te excedas el tiempo de sauna ni que vayas a la sauna con plásticos para sudar más.
Todavía existe el mito que comer huevos hace subir el colesterol. Podrías tomar 2 huevos al día sin problema. Incluso comer huevo a diario previene accidentes cerebrovasculares y degeneración macular. Eso sí, hay que explicar que no es lo mismo consumir dos huevos fritos con un montón de aceite de girasol (que es inflamatorio y sí que genera problemas cardiovasculares y colesterol) que tomarte dos huevos a la plancha con un poquito de aceite de oliva virgen extra.
Eso no es verdad. Si te sientes llena o no tienes hambre, te puedes saltar una ingesta, ya que hay que escuchar el cuerpo. Si comes sin tener hambre a la larga vas a arruinar tus mecanismos de saciedad. El cuerpo es sabio y hay que escucharlo más. No hay ningún peligro en saltarse una ingesta de vez en cuando si nos sentimos hinchadas o muy pesadas.
El pulpo es de los cefalópodos con menos colesterol, únicamente contiene 50 mg por cada 100 g. Además, el pulpo contiene muchísimo Omega 3, una ración de pulpo de 200 g contiene 250 mg de Omega 3 que, aparte de ser un gran antiinflamatorio, reduce la tensión arterial, reduce los triglicéridos, reduce arritmias, mejora problemas de visión, etc
