Podríamos decir que el desarrollo de la motricidad es algo vital y esencial desde edades tempranas, pero, para saber la importancia del desarrollo psicomotor en un bebé, hemos hablado con la fisioterapeuta pediátrica, Yolanda López Lázaro de @fisioandbab quien nos explica que se trata de “un proceso de aprendizaje por el cual adquirimos ciertas funciones motrices, sensoriales, cognitivas, emocionales y lingüísticas, que dependen de la maduración del sistema nervioso central y de la maduración a nivel emocional”.
La experta añade que el desarrollo psicomotor es un proceso dinámico, por lo que “en los primeros meses del bebé y primeros años de infancia podremos observar grandes cambios en todas estas áreas y aunque se produce de manera global, es decir, no podemos separar unas áreas de otras, los fisioterapeutas pediátricos nos centramos en la parte motriz conociendo a su vez el entorno en el cual se desarrolla ese bebé. En esta parte motriz distinguimos dos grandes campos, el desarrollo motor grueso y el desarrollo motor fino”.
Concretamente, la motricidad fina está directamente relacionada con las extremidades superiores del cuerpo y en la destreza que el niño presenta a la hora de coger objetos con los dedos, herramientas, utensilios… y su capacidad para manejarlos; y es que, hay que saber que “la manipulación es uno de los hitos más importantes en las funciones del bebé y en su relación con el entorno”, nos dice la experta.
Es un proceso que requiere de un ‘entrenamiento’ temprano y continuo, por eso, es importante trabajarlo en el bebé desde el primer mes, aunque los resultados no se verán hasta meses mucho posteriores. “Aunque podamos pensar que es algo que se desarrolla con el tiempo, es importante darle valor desde las primeras semanas de vida, ya que las manos tienen una gran representación en la corteza cerebral y esto nos indica la importancia de este área en nuestro desarrollo. No la veremos aparecer hasta los 9 meses que es cuando nuestro cuerpo que es más estable nuestro desarrollo motor grueso”, advierte la fisioterapeuta.
Como decíamos, la motricidad fina se centra en el desarrollo manual del bebé, es decir, en todo lo que este puede hacer con sus manos, aunque la experta señala que “es importante recalcar que, aunque las manos adquieren grandes habilidades como pueden ser escribir o tocar un instrumento, por ejemplo, también son de vital importancia en el desarrollo motor grueso. Esto es así, debido a que, durante los primeros meses son claves para los apoyos que nos permitirán alcanzar hitos como el control cefálico, el arrastre o la cuadrupedia”.
Para saber cómo transcurre la evolución de la motricidad fina desde los 0 a los 5 años de vida del niño, la fisioterapeuta nos explica todas sus fases de desarrollo:
La mejor forma de ayudarles a conseguir los hitos del desarrollo psicomotor es jugando e interactuando con ellos desde las primeras semanas de vida, tal y como recomienda la experta. “Desde entonces podemos ayudar a que la motricidad fina en el futuro sea mejor. Para ello podemos utilizar los masajes o simplemente tocar, acariciar y besar las manos de nuestro bebé. Con ello, le estaremos dando mucha información y relacionando con el ambiente”.
Y, un poco más adelante (a partir de los 4 meses) estas son las distintas opciones de juegos y ejercicios para practicar la motricidad fina con nuestro bebé, recomendados por la fisioterapeuta pediátrica: