Nos cuenta, además, que este árbol tiene su origen en los bosques de coníferas del noroeste estadounidense y Canadá, aunque también se cultiva en algunas regiones centrales de África.
Cómo se usa
Tal y como nos explica la experta, la cáscara sagrada actualmente se consume como un suplemento alimenticio para combatir el estreñimiento y como coadyuvante en dietas para perder peso, aunque tradicionalmente se utilizaba para el tratamiento de varios trastornos, ya que ayuda a aumentar el apetito y tiene propiedades purgativas, diuréticas y digestivas.
“Su efecto laxante se manifiesta tras 6-12 horas de la administración oral. Normalmente se toma en forma de cápsulas y la dosis suele ser de 1 cápsula al día, preferiblemente por la noche. También puede utilizare en infusión colocando la cáscara en una taza y agregándole 240 ml de agua hirviendo. Dejar reposar durante 10 minutos, colar y beber 1 a 2 tazas en la noche antes de dormir”, recomienda Mar Sieira. Un consejo extra: es recomendable tomar la cáscara sagrada por la noche, para que le dé tiempo a actuar mientras duermes y por la mañana te haga el efecto.
¿Está contraindicada en algún caso?
La farmacéutica advierte de que hay que prestar especial atención si se está tomando medicamentos para las arritmias, diuréticos, corticosteroides o raíz de regaliz, ya que puede interaccionar con dichos medicamentos. En este caso, siempre hay que consultar con el médico, igual que si se padecen dolencias gastrointestinales agudas o persistentes y no han sido diagnosticadas. “También recomendamos consultar al médico en casos de embarazo y lactancia, y en niños menores de 12 años, donde su seguridad no ha sido suficientemente valorada”, nos cuenta.
Y es que, a pesar de que la cáscara sagrada es beneficiosa para el estreñimiento, su uso en dosis elevadas puede causar algunos efectos colaterales como cansancio, calambres, diarrea, falta de apetito, náuseas, vómitos, y pérdida de la regularidad intestinal. Por todo ello, no se recomienda tener un uso excesivo de esta planta, porque si acostumbramos al intestino a funcionar solo cuando se estimule, cuando pase un tiempo, puede que necesitemos más dosis o reeducar al intestino de nuevo, o se podrá producir estreñimiento.