Con el comienzo del nuevo curso, en los colegios, guarderías y escuelas infantiles de todo el país suele producirse, como cada año, un importante incremento de los casos de infestación por piojos, especialmente, entre los niños más pequeños. Los piojos son unos parásitos sin alas que se adhieren al cabello con el fin de alimentarse succionando sangre del cuero cabelludo. Suelen encontrarse en la nuca, detrás de las orejas y se desplazan con mucha facilidad de un pelo a otro. Ahora, al contrario de lo que pensamos, ni saltan ni vuelan; tampoco duelen, pero sí pican. En realidad, son inofensivos, pero extremadamente contagiosos. Tanto que si alguno los trae a casa, es muy difícil que no los tengáis todos. ¿Quieres saber cómo se produce esta infestación, como prevenirla y, si no has tenido mucha suerte, aprender a tratarlos en casa?
En primer lugar, cualquier persona puede infectarse con piojos si las condiciones de exposición son las idóneas. Se conoce como pediculosis, causan mucho picor e irritación del cuero cabelludo, no siendo peligrosas, pero sí muy molestas y recurrentes, ya que su contagio es muy sencillo y siempre por contacto directo. Esto es, cabeza con cabeza o por el uso compartido de accesorios o productos que se llevan habitualmente en ellas.
Los signos más habituales de su presencia es el rascado de la cabeza, ya que el picor puede ser muy intenso en la zona en la que se alimentan y, en ocasiones, pueden aparecer lesiones erosivas de la zona infestada. Las zonas en las que más actúan son detrás de la cabeza (la zona de la nuca) y alrededor de las orejas. Unos síntomas que pueden llegar a aparecer entre 2 y 3 semanas después de que se produzca la infestación. Por tanto, la vigilancia ha de ser constante.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), conocedora de este problema, sobre todo, durante los primeros meses de colegio, ha publicado algunas recomendaciones para la prevención de las pediculosis.
Si aún a pesar de los consejos que te hemos dado, tu hijo o hija llega a casa con piojos, no te preocupes, insistimos en que es muy complicado conseguir evitarlos. Ahora, eso sí, necesitarás saber qué tratamiento aplicar y mucha constancia. Además, es importante que como primer paso, nos dicen desde la AEMPS, concienciemos a nuestros hijos de que no deben rascarse para evitar lesiones en el cuero cabelludo.