No sos es el único/a.
El grupo de “duros” del gimnasio al que la camiseta sudada deja notar un abdomen con forma de “tableta de chocolate” o “tabla de lavar”, suele figurar otro de hombres y mujeres que se dejan el alma doblándose en la colchoneta, sin que su zona media quiera darse por enterada.
La grasa primero
Los músculos abdominales se encuentran debajo de una capa de grasa corporal que debe quemarse primero, antes de que asome el músculo.
Pero, al contrario lo que puede leerse en algunas revistas de divulgación popular, no es posible hacer ejercicio para quemar la grasa que se encuentra específicamente en esa zona.
Depende de la complexión de cada uno. Cada individuo quema grasa primero por un lado diferente: por ejemplo, por las caderas o por los hombros, nadie puede controlarlo ni ‘mover’ la grasa de un lado a otro.
La edad y el metabolismo son otros factores en juego. El objetivo de deshacerse de la grasa es más difícil de alcanzar con la edad y entre aquellos/as de metabolismo más lento.
Mención aparte merecen las mujeres que han sido madres: en muchas, el embarazo produce una separación de los músculos rectos del abdomen. Recuperar el tono en esta zona del cuerpo puede implicar otros ejercicios específicos, como los del suelo pélvico.
La dieta importa
En todos las circunstancias, quienes buscan resultados en el estómago deben empezar por la boca. Puedes hacer millones de abdominales, pero si no cuidas tu dieta no vas a ver ningún cambio. La cosa con los abdominales es que dependen en un 80% de lo que comes y 20% del ejercicio, y lo que hay que comer para tener la “tabla de lavar” o la “tableta de chocolate” no es ningún secreto.
Las recomendaciones no difieren mucho de tener una dieta saludable: poca grasa, pocos carbohidratos, mucha proteína, poca azúcar, muchos vegetales.