Sabías que la ropa que eliges para vestirte también puede influir en tu salud? Podemos afirmar que, en general, las prendas demasiado ajustadas no le hacen ningún favor a tu circulación y pueden ser malas incluso para la celulitis. Según la Fundación Española del Corazón, “el empleo frecuente de ropa demasiado ajustada puede favorecer la aparición de problemas cardiacos, ya que ese tipo de prendas perjudica la circulación sanguínea venosa y facilita la aparición de trombos e infartos pulmonares”. Pero es que, además, la ropa ceñida también provoca retención de líquidos y de toxinas favoreciendo la aparición de celulitis y de depósitos de grasa en algunas zonas del cuerpo. Además, dificulta la digestión y puede obstruir el correcto paso de aire y oxígeno por el cuerpo. “Consideramos ropa ajustada a aquella que no deja que hagamos movimientos de forma natural y que, tras haberla llevado unas cuantas horas, nos deja marcas en la piel. Sentir hormigueo y adormecimiento en algunas zonas, especialmente en manos y pies, será seña inequívoca de que debemos vestir prendas más holgadas”, afirma la Dra. Mar Moreno miembro de la SEC y cardióloga del Hospital La Paz de Madrid.
Pero es que, además, hay algunas que no son buenas aliadas de tu higiene íntima, especialmente tres, como cuentan los expertos de la firma Chilly, que recomiendan intentar evitarlas para prevenir la aparición de posibles problemas. Toma nota.
Si bien es cierto que la moda dicta tendencia y los pantalones pitillo, demasiado ajustados, han perdido fuerza y no son ya los únicos que habitan en nuestros armarios, lo cierto es que son muchas las mujeres que siguen apostando por ellos, pues siguen siendo una prenda básica para muchas mujeres. Sin embargo, hay que tener en cuenta que si la tela es muy gruesa puede causar irritación, debido al roce de las costuras, pero es que, además, puede dañar la vagina, ya que evitan la transpiración natural de los genitales. Por eso, desde la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia recomiendan vestir con pantalones anchos, faldas o vestidos.
El motivo por el que hay que evitar estas prendas es el mismo que en el caso de los pantalones ajustados. Lo ideal es evitar el uso de panties siempre que se pueda y en su lugar es preferible usar medias con elástico o liguero. También sucede con los bodies o las fajas demasiado apretadas. El motivo es que este tipo de prendas no transpiran lo suficiente, acumulando calor y humedad en la zona íntima, que pueden causar infecciones.
También el material de la tela influye a la hora de elegir la ropa que usamos. Un ejemplo es la ropa interior de seda, así como de licra o nailon, nos puede parecer muy sexy, pero tal vez no es la mejor opción. ¿El motivo? Las fibras sintéticas no son muy absorbentes y evitan el paso del aire, por lo que transpiran peor. Lo ideal en las prendas de ropa interior es que sean de algodón, ya que es hipoalergénico (por lo que previene alergias, irritaciones y picores), protege de la humedad constante y deja respirar mejor la zona. Y ten en cuenta que hay que tener especial precaución también en verano con la prenda estrella de estos meses de estío: los biquinis y bañadores, que hay que evitar mantener húmedos durante mucho tiempo después de darse un baño, pues pueden ocasionar la aparición de hongos.
Todo, claro está, con sentido común, pues no pasa nada si usamos estas prendas de vez en cuando o si no tenemos un traje de baño de repuesto un día. Los expertos de la firma de higiene íntima insisten en la importancia de que no sea algo que sucede con frecuencia y, sobre todo, lo más importante, es que cuides tu higiene íntima a diario, para mantener un pH equilibrado y prevenir molestias.