Si tienes niños pequeños en casa ya sabrás que los juguetes se multiplican a un ritmo exponencial. Balones, muñecos, juegos diversos se acumulan en los cuartos de los niños y amenazan con invadir el resto de la casa.
Es necesario, para no sucumbir al caos, establecer unas pautas de orden y almacenaje que mantengan los juguetes en su sitio, al menos durante algunas horas al día, mientras los niños no los utilizan. Esto se hace mucho más importante si vives en una casa pequeña en la que el espacio es oro.
¿Te tropiezas varias veces al día con los juguetes de los niños? ¿Sus muñecos están siempre rodando por la casa y te los encuentras hasta en los rincones más insospechados? Si la respuesta a estas preguntas es sí eso significa que necesitas una nueva rutina de orden para los juguetes.
Es normal que las cosas de los niños se desordenen y que no estén siempre en el lugar que les corresponde, pero si les das pautas de organización bien establecidas a tus hijos, podrás mantener la situación bajo control.
Busca formas de almacenar los juguetes en su habitación que resulten prácticas, efectivas y fáciles para los peques.
Sabes que es imposible guardar en casa todos los juguetes que tienen y tendrán tus hijos, por lo que resulta inevitable tener que hacer una selección de aquello que queremos guardar y de lo que debe salir de casa.
Comienza por sacar todos los juguetes y descarta todo lo que no merece la pena conservar. Quizá son juguetes que ya no usan (incluso puede que nunca les hayan hecho mucho caso). Separa los que están en buen estado para donarlos y tira los que estén rotos.
Puedes elegir algunos para conservarlos por una razón sentimental, aunque debes procurar que no sean demasiados.
A no ser que cuentes con un cuarto de juegos en casa, seguramente tus hijos guardarán sus juguetes en su habitación. A la hora de distribuir el espacio tendrás que reservar una zona para los juguetes.
Puedes colocar armarios con puertas, estanterías, baúles, etc., en función de lo que tengas que guardar. Lo más efectivo es crear una combinación de elementos que incluya diferentes soluciones.
Aunque las cosas de los niños tienden a mezclarse sin remedio, es fundamental dividir los juguetes en categorías lógicas para conseguir el orden que buscamos. De hecho, este es el primer paso que tendrás que dar.
Agrupa los peluches, los muñecos, los juegos de cartas, los libros, los disfraces, las construcciones, los vehículos… Asigna lugares diferentes a cada categoría, utilizando los elementos más apropiados en cada caso: baldas, cajones, cajas, cestas, etc.
Lo más seguro es que todo vuelva a mezclarse más pronto que tarde, pero tendrás un método lógico y rápido de separarlos y colocarlos en su sitio.
Una vez has separado los juguetes por categorías llega el momento de almacenarlos de la forma más adecuada. Las cajas te ayudan mucho en esta parte del proceso. Opta por las que necesites en función del tamaño. Hay muchísimos tipos y modelos para elegir, ya sean con o sin tapa según el propósito.
En cuanto al material, las de plástico son muy recomendables ya que, además de resistentes, se limpian fácilmente y son manejables para los niños.
Una de las tácticas para conseguir que los niños aprendan a ordenar sus juguetes consiste en ponerles muy fácil la tarea. Para ello es importante que sepan dónde tienen que colocar cada cosa.
Identificar los huecos y las cajas con etiquetas que muestren el contenido puede ser una buena idea. ¿Qué tal si hacen ellos mismos unos dibujos y los pegan en un lugar visible? Seguro que así no se les olvida donde han de meter los peluches o los muñecos.
Cuando el espacio para guardar escasea se hace necesario buscar nuevos rincones para los juguetes: aprovechar el hueco que queda debajo de la cama es una opción a tener en cuenta.
Puede que no cuentes con una cama con canapé en el dormitorio de tu hijo, pero seguro que puedes hacerte con cajas especiales para este fin. Las hay de tela, de plástico y hasta con ruedas, para que sea más fácil sacarlas.
Aunque cuentes con una estantería en la que ir colocando los cuentos y libros de los niños, no está de más disponer de pequeñas librerías en las que tener los que más usan o sus títulos favoritos. Así, hasta los más pequeños tendrán acceso a ellos.
Además de una función práctica, este tipo de miniestanterías resultan muy decorativas.
