“Hay que tratarlo como lo que es, una enfermedad con probadas consecuencias sobre la salud”. Así de contundente se muestra Matthieu Erre, Doctor en Farmacia y Director General de INCARA, para referirse al insomnio, un problema que no es menor y que afecta a un elevado porcentaje de personas en todo el mundo. De hecho, como explica el experto, “según un estudio de la SEN (Sociedad Española de Neurología) realizado el pasado año 2021, entre el 25 y el 35% de la población española padece insomnio transitorio, mientras que entre el 10 y el 15% lo padece de forma crónica. Las más afectadas son las mujeres, y la frecuencia aumentaría con la edad”.
Por tanto, hay personas con un mayor riesgo de padecer este problema relacionado con la calidad del sueño. Pero lo cierto es que, además, hay una serie de comportamientos que influyen en que nuestro descanso sea óptimo. El experto las resume en la siguientes: “Una cena abundante, el consumo de cafeína, alcohol o tabaco en las horas previas a acostarse, la práctica de alguna actividad deportiva más allá de las 20 horas, un dormitorio sobrecalentado o ruidoso, pasar las veladas frente a una pantalla (videojuegos, internet, smartphones…), la irregularidad a la hora de irse a la cama y levantarse y hasta el tiempo que se pasa en el dormitorio realizando otras actividades distintas al sueño (lectura, televisión, trabajo)”.
Para entender bien todo lo que rodea al insomnio, hay que partir también de la base de que existen, de forma general, dos tipos bien diferenciados y es fundamental conocer sus rasgos para determinar cuál nos afecta y tomar las medidas adecuadas para tratar de solucionar el problema. Así, el doctor en Farmacia cuenta que podemos distinguir entre insomnio primario y secundario.
Como apuntan los expertos, es fundamental determinar las causas para poder actuar. Pero se da la paradoja de que una de las cosas más complejas es, precisamente, hallar esos motivos que hacen que tengamos insomnio, y es que cuando dormimos mal, en ocasiones se recurre demasiado rápido a medicación que puede dificultar esa tarea. “A menudo, el uso de medicamentos demasiado rápido puede impedir que éstas se determinen. Es esencial pedir consejo a los profesionales de la salud explicando el estilo de vida y los problemas actuales, para que el especialista pueda hacer el diagnóstico correcto y recomendar los productos adecuados”, explica el especialista.
Y, como decíamos, no es un problema menor, pues cuando el insomnio no es ocasional, cuando se convierte en un problema crónico (es decir, cuando ocurre más de tres veces por semana durante al menos tres meses), las consecuencias para la salud son muy variadas. Así, se pueden ver afectados varios ámbitos de nuestra vida:
-Salud física y mental. Es, sin duda, la consecuencia más directa y una de las más graves. Dormir mal nos trae consecuencias importantes para nuestra salud. Así, no podemos olvidar que el insomnio provoca trastornos psicológicos, afecta a nuestro estado de ánimo y puede estar detrás de episodios de ansiedad. Pero es que también puede provocar accidentes laborales y de tráfico, trastornos digestivos, dolores de cabeza, aumento de peso y un aumento de los riesgos cardiovasculares.
– Vida profesional. Puede ocasionarnos problemas en el trabajo. Y es que dormir mal nos ocasiona dificultades de concentración, problemas de memoria, mayor riesgo de error, falta de dinamismo.
– Vida social. Si duermes mal, puedes estar más irritado, tener falta de energía e, incluso, dificultades de relación.
– Ámbito económico. Tal vez no te lo has planteado, pero puede ocasionarte también problemas en este sentido, pues puede generar consecuencias como el absentismo laboral, hospitalizaciones, consultas especializadas…
Desde la Clínica López Ibor apunta, por su parte, que el insomnio es uno de los síntomas más frecuentes dentro de los trastornos mentales. Por una parte, porque los trastornos del sueño influyen de forma significativa en nuestro estado emocional y cognitivo, y a la vez, nuestro estado emocional y nuestros pensamientos inciden sobre la calidad de nuestro sueño.Hay, por lo tanto, una relación directa y debemos conocer las herramientas y tratamientos para solucionar el problema para poder ver una mejora en nuestra salud mental.
“El insomnio en los síntomas mentales tiene una complejidad importante, precisamente por los múltiples factores que influyen bidireccionalmente (la salud mental en el insomnio y el insomnio en la salud mental). Muchas veces las personas intentamos solucionarlo por nuestra cuenta llevando a cabo medidas que funcionan solo a corto plazo, pero que a mediano plazo lo empeoran y hacen de esto un problema cada vez más difícil de solucionar. Por ello, es clave incidir que el insomnio no es sinónimo de utilizar pastillas para inducir o mantener el sueño. En el caso, de un insomnio crónico el tratamiento de elección cuando lo tratamos es la terapia cognitivo conductual dentro de un programa estructurado”, explicanlos expertos de la Clínica López Ibor que, en este caso concreto recomiendan estos 6 consejos para paliarlo: