En general, un programa de actividades llevado a cabo fuera del horario escolar puede ofrecer muchos beneficios a nuestros hijos, sobre todo, en la adolescencia. Les proporcionarán experiencias enriquecedoras, permitirán a los adolescentes ampliar sus perspectivas, mejorarán su socialización y potenciarán habilidades. Esto por supuesto, debe hacerse siempre y cuando no se sientan saturarlos ni sobrecargados, ya que también debemos permitir que disfruten de su tiempo libre y de ocio.
El propio adolescente puede sentirse motivado elegir las actividades extraescolares que quiera realizar, algo que le encantará, ya que estará ejerciendo su autonomía para la toma de decisiones. “Las actividades extraescolares siempre se deben elegir en relación a los intereses de los adolescentes, darle una gama de actividades y, en conjunto, ver las opciones viables por horarios, costes, habilidades del adolescente, etc. También puede ocurrir que el adolescente no muestre interés por ninguna o que no sepa qué elegir, será entonces cuando los padres deban apoyar en esta decisión explicando de qué tratan las alternativas”, nos cuenta Romina Mancilla, terapeuta ocupacional.
Es importante distinguir que existirán algunos casos en los que el adolescente necesite un refuerzo de alguna asignatura que no se le de demasiado bien, pero, aunque se trate de tiempo extra dedicado fuera de clase, sus funciones serán a nivel académico, por tanto, no se puede considerar actividad extraescolar.
Según los expertos algunas de las actividades extraescolares más recomendables durante la adolescencia son las relacionadas con el deporte, ya que están estrechamente vinculadas con la salud. Pero no a todos los jóvenes les gusta hacer ejercicio, por tanto, también pueden elegir otras opciones como la expresión musical, la artística… En cualquier caso, objetivo será que lo pase bien desarrollando sus habilidades de una forma no académica.
Realizar actividades extraescolares es muy importante en la adolescencia porque permite a los jóvenes evadirse por unas horas de todo aquello relacionado con los deberes, obligaciones, exámenes… por eso, siempre es recomendable que sean lúdicas. En definitiva, mantener el equilibrio será lo más importante para poder proporcionar al adolescente ocio, diversión y formación a partes iguales. Según nos cuenta la terapeuta ocupacional, los beneficios de las actividades extraescolares son muchos:
Como decíamos al inicio del artículo, la idea es no saturar ni sobrecargar al joven con responsabilidades y cosas por hacer. Por lo que, ¿cuál es el número ideal de actividades extraescolares? “Pueden ser una, dos o tres… pero lo importante es que el tiempo que pase dedicado a ellas sea de calidad, que disfrute de hacerlo y le aporte beneficios”, explica la experta.
Pero, ¿qué pasa si mi hijo no quiere hacer ninguna actividad extraescolar? Eso puede ocurrir durante la adolescencia debido a que su sentimiento de libertad y querer pasar más tiempo con amigos le incite a declinar el realizar actividades que le aporten otros beneficios que, quizás en ese momento, no valora. La terapeuta nos cuenta que “es probable que suceda”. Entonces, ¿qué podemos hacer? “En primer lugar, yo revisaría los hábitos y rutinas de la familia de este adolescente. Si los padres tienen actividad fuera del trabajo, los hijos, independiente de la edad, suelen replicar lo que ven en sus familias. Luego estudiaría el repertorio de intereses del adolescente para ofrecer una actividad que lo logre motivar a salir de la zona de confort”, recomienda.
En cualquier caso, lo importante es no forzar al joven a realizar algo con lo que no se sienta cómodo puesto que será contraproducente. “No hay que obligarles porque las actividades extraescolares son para dedicar parte de su tiempo a algo que le resulte agradable; pero sí motivaría a la familia a que realicen algún tipo de actividad en conjunto, que dialoguen hasta que este adolescente se sienta cómodo y quizás en un futuro decida realizar alguna actividad”, aconseja la experta.
Y, por último, la terapeuta, añade que “el desarrollo de estas actividades es tan importante como el desarrollo de actividades escolares, ya que brindan tanto a niños, adolescentes y adultos una instancia de respiro y goce durante la semana, la cual, siempre suele estar cargada de obligaciones”, concluye.
