¿Te cuesta tomar decisiones?

10
Sep

¿Te cuesta tomar decisiones?

  • Publicado por: - Quilmes Compra
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La vida es una constante toma de decisiones. En ocasiones cuesta tomarlas, pero lo cierto es que, antes o después, debemos hacerlo. Y el comienzo de curso supone una etapa en la que muchas personas se encuentran en esa situación. Por eso, Ixi Ávila, coach de Inteligencia Emocional, ha querido compartir sus tips para empezar una nueva etapa con determinación, tomando mejores decisiones.

 

¿Por qué nos cuesta tanto tomar decisiones?

Es, tal vez, la primera pregunta que nos hacemos, cuál es el motivo por el que nos cuesta tanto tomar decisiones. “Creo que una de las grandes razones por las que nos cuesta tomar decisiones es lo que se conoce como la paradoja de la elección. Cuantas más opciones tenemos, más nos cuesta decidir. Hace años te ibas a comprar unos pantalones y podías elegir entre tres o cuatro tipos. Ahora tienes muchísimos: pitillo, campana, azul clarito, oscuro, etc. y aunque a veces pueda parecer que la infinita posibilidad de opciones nos da libertad a menudo nos la quita, nos esclaviza. Al haber tantas opciones, es muy fácil que te vayas a casa con la sensación de no haber elegido lo mejor, y a nadie le gusta fallar o tomar una mala decisión”, nos explica la experta.

Factores que nos limitan

Una de las dudas que nos surge es cuáles son los factores que más nos pueden limitar a la hora de tomar decisiones. La experta en coaching nos los resume en los siguientes:

-Sin duda, la paradoja de la elección de la que hablaba en la pregunta anterior… La sobredosis de posibilidades es un factor que nos puede limitar a la hora de tomar decisiones.

-Por otro lado, nos puede influir el nivel de riesgo que percibamos en la toma de una determina decisión, según cuáles sean las posibles consecuencias nos costará más o menos decidir.

-Otro factor que influye es el nivel de experiencia que tenemos en un ámbito para poder decidir, cuanto más conocemos y más experiencia tenemos más fácil es.

-Por último y no menos importante, un factor que influye enormemente en nuestras elecciones es lo que se conoce como la fatiga de la decisión. Tomamos muchas decisiones a lo largo del día y nos vamos cansando mentalmente, tenemos un límite. Por eso, al final del día nos suele costar mucho más tomar buenas decisiones y tendemos a ir a lo que sea más automático o fácil.

Tomar o no la decisión correcta

Le preguntamos a la experta por qué nos preocupa tanto el hecho de tomar la decisión correcta. “Creo que esto tiene que ver con la percepción social que hay del fracaso en nuestra sociedad. Se nos educa para evitarlo, para nunca fallar. Y por lo tanto, tememos mucho a equivocarnos. Al tomar una decisión, asumes la responsabilidad de lo que pueda ocurrir a raíz de esa decisión y nos da miedo arrepentirnos o sentirnos culpables y que eso sea juzgado”, puntualiza.

Personas menos indecisas

Hay personas, sin embargo, que podemos definir como más ‘echadas para adelante’, menos indecisas. ¿Qué puede influir en que lo sean? “Normalmente, cuando una persona conoce muy bien sus valores, toma decisiones con más agilidad y es más difícil que cambie de opinión rápidamente una vez que la decisión está tomada. En cambio, una persona que no conoce sus valores tardará mucho más tiempo en decidirse y una vez que por fin lo haga, será mucho más fácil que aparezcan de nuevo las dudas y vuelva a cambiar de opinión. Cuando tus acciones están alineadas a tus valores es más fácil decidir”, nos explica Ixi Ávila.

Huye de las creencias que te limitan

No hay que olvidar la influencia (negativa en este caso) de las creencias que nos limitan. La clave es que quizás lo que habías pensado que debías ser no tiene por qué ser así. “En vez de plantearte elegir entre ‘esta opción o la otra’, busca maneras creativas de encontrar la mejor combinación de todas las posibilidades”, nos sugiere la experta.

Apunta las cosas en papel

Con la primacía de los móviles, cada vez tendemos a escribir menos cosas en papel. En opinión de la experta es un error y es una buena idea escribirlo todo. “Es muy importante poner las decisiones en papel para no entrar en bucles de pensamiento. La idea es no tomar decisiones permanentes basadas en emociones temporales. Escribir te ayudará a ganar claridad y tomar mejores decisiones”, nos recomienda.

Prueba y error

Puedes equivocarte, o tomar una decisión incorrecta. Por eso, es importante probar primero. “Antes de tomar una decisión decisiva crea una experiencia simbólica para ver cómo te sentirías”, recomienda Ixi Ávila. Y da un ejemplo práctico muy gráfico: si estás pensando en mudarte al campo, es una buena idea alquilar una casa mejor durante un par de semanas y haz las cosas que harías si vivieras ahí. Si no te convence, si no te adaptas, no es tu sitio. Pero hay opción de dar marcha atrás.

La importancia de comprometerse

Hay que ser consecuentes con nuestras decisiones y comprometernos al 100%. Nada de tomar decisiones a medias, sobre todo cuando estas son importantes. “En vez de darle una oportunidad a mi relación, me comprometo a medias y luego me sorprendo cuando no funciona. Una vez que hayas elegido, comprométete totalmente, aunque sea durante un periodo determinado de tiempo”, sugiere Ixi Ávila.

Y en última instancia, ¡la moneda! “Si ninguno de los tips anteriores te ha servido, lanza una moneda al aire y antes de descubrir que ha salido tu corazón te dirá ‘Por favor, que sea esa opción’, es por ahí”, nos dice.

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