Escribir. Poner por escrito aquello que sentimos o lo que nos proponemos hacer es uno de los hábitos más saludables. No solo para aclarar nuestras ideas. También para que aquellos propósitos que tenemos de cara al nuevo año se cumplan de verdad. O, por lo menos, nos servirá para reflexionar si es lo que queremos, valorar cuáles son los obstáculos que podemos encontrar y plantear qué estrategias podemos llevar a cabo para superarlos. Así lo propone la psicóloga María Naranjo, de Mundopsicólogos. La experta nos detalla cuáles son los beneficios de poner por escrito nuestros propósitos, por ejemplo, de año nuevo:

• Mejora nuestra motivación para cambiar.
• Nos ayuda a tomar control sobre nuestra vida en pasos pequeños y manejables.
• Nos proporciona una sensación de logro al haber completado un objetivo.
• Mejora nuestra autoestima al motivarnos – o mantener nuestra motivación – para accionarnos y tomar control de nuestras vidas.

La experta también nos da algunos consejos para escribirlos y aumentar las probabilidades de que podamos, al fin, alcanzar nuestras metas. “Usar palabras que te hagan sentir poder como podrían ser ‘hacer, conseguir, realizar, etc. También es recomendable analizar las facetas de nuestra vida y plantear un solo propósito para cada una de ellas. Y enumera cuáles deberían ser estos aspectos que nos ayudarán a mejorar nuestro bienestar.

1. Salud física: hacer ejercicio y salir a caminar todos los días.
2. Bienestar emocional: escribir mis sentimientos y pensamientos una vez a la semana.
3. Economía y hábitos financieros: pensar antes de comprar. Si veo algo que me atrae, me daré una vuelta por la tienda antes de comprarlo.
4. Espiritualidad y conexión: hacer una meditación al menos una vez a la semana, aunque meditar todos los días media hora puede provocar cambios sustanciales en el cerebro y mejorar tu calidad de vida.
5. Relaciones: familiares y amigos. Dedicaré tiempo a mis amigos y familia atendiendo un evento cada dos semanas.
6. Carrera y trabajo: escribiré los aspectos de mi trabajo que más me gustan. Centrarse en lo positivo y no siempre en lo negativo hará que valores más aquello en lo que empleas ocho horas diarias.
7. Educación y aprendizaje: aprenderé una cosa nueva cada día. No es necesario que tengan mucha dificultad. Puedes, por poner un ejemplo, bajarte en otra parada y explorar nuevas calles.
8. Comunidad y pertenencia: hacer una actividad voluntaria una vez al año.
9. Vida mental: me dedicaré tiempo para explorar mi mundo interior

Escritura reflexiva, más allá de llevar un diario

Escribir aquello que quieres para tu vida no debería limitarse a las navidades o al año nuevo. Hacerlo todos los días te reportará mayores beneficios. Los expertos en psicología señalan, de hecho, que puede incluso curar heridas emocionales. Así lo indican los estudios de Gillie Bolton, del King’s College de Medicina de la Universidad de Londres. No se trata simplemente de llevar un diario de aquello que nos ha pasado durante la jornada, sino de ir más allá, reflexionar sobre aquello que hemos dicho, pensado o hecho de lo que nos sentimos orgullosas y aquello que nos gustaría cambiar.

Los estudios de esta investigadora apuntan a que escribir también cura físicamente Según Bolton, mejora la autoestima, nos ayuda a ser más conscientes de nuestras emociones, calma los nervios, nos ayuda a evitar el insomnio y contribuye a reforzar el sistema inmunológico. Uno de los motivos podría ser que al reportarnos más serenidad, disminuye la actividad del sistema simpático y activa el parasimpático, con lo que se gestiona mejor el estrés. Por ello, la científica anima a llevar un diario por nuestra salud y desarrollo personal.

Cómo empezar un diario

Sabemos cuáles son los beneficios de escribir un diario. Pero quizá no sabemos cómo empezar. Por ello, los expertos nos dan algunos consejos para que la tarea de llevar un diario sea más atractiva y nos resulte más fácil:

• Compra una libreta bonita, que te inspire: aunque puedes escribir en el ordenador, lo mejor es que lo hagas a mano. Tiene beneficios cerebrales, como conectar ambos hemisferios, lo que ayuda a fijar la memoria y el aprendizaje.
• Elige el momento: lo más aconsejable es que lo hagas por la mañana o por la tarde. Lo importante es que sea ‘tu momento’, sin interrupciones y que te sientas lo más tranquila posible. Puedes hacerlo también antes de dormir, si no dificulta la conciliación del sueño.
• Márcate un tiempo: al principio, pueden bastar 10 o 15 minutos. Te sorprenderás cuántas ideas, pensamientos y sentimientos pueden surgir de tu cabeza en tan poco tiempo.
• Sé sincera: un diario es como ponerse desnuda delante de un espejo. No trates de ocultar tus emociones, ni fingirlas y, obviamente, no escribas con la idea de que alguien lo va a leer. Escribe desde la emoción, desde el corazón. Recuerda que el objetivo es sentirte bien, conocerte, reflexionar sobre tus comportamientos y mejorar aquellos aspectos que deses.
• No lo leas: al menos, no de forma inmediata; escribe, incluso, dejándote llevar, sin penar, ya tendrás tiempo para reflexionar. Déjalo reposar y, si quieres, repásalo al día siguiente o al cabo de unos días.
• Mantenlo a salvo: saber que tu diario está guardado oculto de miradas ajenas te permitirá escribir con más sinceridad, sin tapujos.
• No es un examen, es escritura libre: habla de lo que quieras, dibuja, añade imágenes si te apetece, permítete contradicciones. Recuerda que nadie te va a examinar.