Debido a la COVID-19, muchas de nuestras costumbres han cambiado. Por ejemplo, las reuniones o los viajes de empresa. Muchas de las compañías han optado por utilizar la tecnología para mantenerse en contacto con sus trabajadores o programar reuniones con diferentes países sin moverse de casa o de la oficina. Durante los periodos más duros de la pandemia, esto estaba más que justificado, pero ahora que se han relajado las medidas, se continúa haciendo. Por varios motivos: la reducción de gastos y para no contaminar. Pero ¿sabías que incluso una reunión online también contamina? Incluso ver tu serie favorita en una plataforma de streaming o realizar una búsqueda en Google. Hablamos de la contaminación digital.
Todos estos gestos emiten CO2 a la atmósfera, alertan expertos de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) en una información de su boletín de noticias. También señalan que todas estas compañías están haciendo esfuerzos para comprimir los datos y reducir la huella. Y es que que el gran volumen de datos que se maneja globalmente impone la construcción y el mantenimiento de centros de datos donde se procesan las transacciones digitales, y estos, precisamente, son los responsables de ese gasto. Lugares que consumen la misma electricidad que un país de tamaño medio como España.
Los expertos también recomiendan a la población hacer un uso más responsable, sobre todo, de las plataformas de streaming, ya que lo que más consume es un vídeo en vivo. Asimismo, aconsejan apagar nuestros dispositivos electrónicos cuando no se utilicen. Este y otros sencillos gestos pueden evitar que reduzcamos la emisión de CO2. Con motivo del Día del Cambio Climático, que se celebrará el próximo domingo 24 de octubre, repasamos aquellos gestos que nos pueden permitir de una manera más sostenible.
Son muchos los gestos sencillos que podemos llevar a cabo para vivir de una manera más sostenible, proteger el medio ambiente y no contribuir a acelerar el cambio climático. Los más básicos son: