Cuando te planteas la creación o transformación de un espacio de trabajo dentro de casa, hay una idea clave que no se puede escapar: Conseguir un escritorio en el que te encante estar, que sea un sitio que resulte atractivo y motivador, y que convierta el momento de ponerse a trabajar o estudiar en algo placentero y agradable. ¿Cómo podemos conseguir esto? Aplicando algunos sencillos consejos de decoración y poniendo mucho cariño en el proceso.
Empezá por lo más amplio y poco a poco te iras centrando en los detalles.

• En primer lugar, hay que vestir el espacio. Con una mesa, una silla y quizá una estantería o cajonera. Lo ideal sería que ahora elijas una  alfombra que haga el espacio más acogedor y cálido, más hogareño. Si estás cerca de la ventana, una cortina también puede integrarse en el conjunto. Y otra opción que aporta mucho es un vinilo para decorar la pared. Por supuesto, como detalle, podés elegir una mantita para dejar en el respaldo de la silla, que sea muy amorosita y con estilo (en más de una ocasión agradecerás tenerla tan a mano).
• Ahora es importante iluminar bien el espacio. Una lámpara no solo da luz, sino que también es una pieza de decoración que puede aportar mucho a un escritorio. Otra posibilidad es colocar un espejo, colgado o apoyado, que además de iluminar la zona le dará amplitud. No es habitual poner un espejo para decorar el escritorio, pero prueba a ver si te gusta la sensación, quizá te sorprenda.
• Para la productividad y la gestión del tiempo, utilizá recursos como los planificadores, agendas y paneles de notas. Pero es fundamental que sean muy lindos y que estén muy optimizados. Por eso, crear espacios que nos ayuden a gestionar esa organización y que estén integrados en la decoración de escritorios con estilo, es una gran idea que conviene valorar. Incluso puedes utilizar pintura especial para convertir toda la pared en una gran pizarra. Es un toque muy original y tremendamente práctico.
• Y terminemos dándole al espacio algo de vida y de color con unos detalles puramente decorativos. Las plantas siempre funcionan, aportan colorido y sensación de hogar; además, podés elegir distintos tipos de recipientes, según el estilo que quieras para tu escritorio (macetas, botellas, latas…). Unos marcos sencillos con fotos, láminas, o simlemente con frases inspiradoras pueden aportar mucha personalidad al espacio. Este tipo de elementos, si tienes un espacio reducido, puedes colgarlos o colocarlos en estantes, para no invadir la zona de trabajo. Incluí motivos que te inspiren, o una guirnalda colorida o de luces.

• Con estos consejos empezaste a visualizar el espacio de trabajo perfecto para vos. Ahora, manos a la obra. La parte más divertida es colocarlo todo e ir probando distintas combinaciones. Y no lo olvides, la clave está en encontrar el equilibrio entre la funcionalidad y el estilo en tu escritorio.