Cada vez están más presentes en nuestras cocinas. “Incluir estas semillas en nuestra alimentación tiene, sobre todo, un efecto preventivo de diversas patologías relacionadas con el sistema cardiovascular y digestivo; así como también colaboran en la prevención del desarrollo de algunos tipos de cáncer. Estos efectos se deben fundamentalmente a su riqueza en fibra y antioxidantes”, nos cuenta Cristina Morillo, nutricionista de BluaU de Sanitas.
Pero las semillas se hacen un hueco también en el ámbito de los remedios caseros. “Las semillas son quizás uno de los ingredientes que más se usan cuando hablamos de remedios DIY, ya sea para su uso oral, como su uso cosmético u otras funciones que se nos puedan ocurrir”, nos anticipa la farmacéutica Meritxell Martí, alma mater de Farmacia Meritxell en Andorra, a quien hemos planteado cuáles son las mejores alternativas para sacarles partido.
Tenemos a nuestro alcance, además, una gran variedad de semillas que nos pueden ayudar a conseguir múltiples objetivos. Seguro que has oído hablar de las semillas de chía, pero también puedes probar con semillas de amapola, de girasol, de uva, de cáñamo, de sésamo… Cada una tiene unas propiedades concretas a las que puedes sacar partido, como vamos a comprobar a continuación.
“Son los granos más o menos grandes y de forma habitualmente redonda u ovalada que, al sembrarse o caer al suelo, germinan y producen una nueva planta de la especie. Eso nos da una idea de la cantidad de sustratos, nutrientes, que contiene esa semilla en sí y gracias a estas características son las que usaremos y nos serán útiles para los remedios caseros”, añade la experta, a quien hemos pedido que nos resuma algunos de los remedios más conocidos. Ha destacado los siguientes.
Son muy ricas en antioxidantes, estimulan el sistema inmunitario y son antiinflamatorias. Muy ricas en fibras insolubles, que es lo que nos aportará la característica de ser muy saciante y ayudará a regular los niveles de azúcar sanguíneo.
Si vamos a añadir las semillas de chía en cualquier smoothie o batido, siempre hay que poner las semillas en agua, o en agua de coco si se prefiere. La dosis 2 o 3 cucharadas de semillas de chía por 2 vasos de agua
Lo ideal es prepararlo de la mañana a la noche, las semillas de chía captan ese líquido y se vuelven más densas. Es entonces el momento para usarlas en batidos o smoothies.
“Lo podemos tomar por la mañana, sobre todo si vamos a hacer ayuno intermitente”, recomienda.
Las pepitas de uva son lo suficientemente duras para ayudar a exfoliar la piel y lo suficientemente blandas para no dañarla.
Muy importante es moler las pepitas de uva, hasta que estén bien finas. En un mortero, añadir primero el aceite, mezclar, añadir el aceite esencial y mezclar de nuevo. Aunque nos guste con mucho olor, es importante no pasarte en cantidad, porque estos pueden irritar la piel. Si tienes la piel muy sensible, Meritxell Martí aconseja añadir a la mezcla una cucharadita de crema hidratante. Unirlo bien para emulsionar
Podemos usar este exfoliante con la piel limpia, e ir aplicándolo a modo de movimientos circulares, sin irritar la piel con cuidado. Una vez acabado, lo eliminaremos con una muselina húmeda.
Este va a ser ideal para hacerlo en la ducha, sobre todo ahora que ya tenemos que ir eliminando los restos de bronceado, cuando la piel se empieza a ver con los indeseados ‘parches’. Las semillas de amapola son muy pequeñas, y por ello serán muy útiles, pero son muy duras. Por ello, aconseja siempre acompañarlas con un aceite o una crema que las haga de emulsificante y así evitaremos irritar menos la piel. Para ello necesitamos:
Vamos a empezar añadiendo el azúcar con el aceite y mezclarlo, añadir las dos cucharadas de zumo de limón y el aceite esencial y mezclar. Añadir después las semillas y mezclar de nuevo. Finalmente añadir la crema que emulsione todo. “Realmente la crema no es esencial, pero a mí me gusta, ya que queda la piel más hidratada”, nos detalla. Se debe usar con la piel húmeda, se masajea y se aclara, lo ideal es hacerlo en la bañera.
Una de las recetas más vistas en redes es la Jeera water, que tiene muchas maneras diferentes de usarla. Es un agua con efecto digestivo elaborada principalmente por la cultura hindú a base de semillas de comino. Tiene como función principal mejorar las digestiones. Simplemente se debe hervir en una taza de agua una cucharadita de semillas de comino y se debería beber 3 veces al día. También ayudará a mejorar el tránsito intestinal.
Sabemos que la papaya es conocida por los enzimas proteolíticos que tiene, la papaína, por lo que las mascarillas con este alimento pueden ir bien tanto a pieles grasas como más secas, dependiendo de los vehículos o bases que añadamos. Va a ser ligeramente exfoliante e hidratante. Una de las recetas para piel seca es esta:
Triturar de forma fina las semillas de papaya, añadir la cucharadita de miel y las dos cucharadas de leche hasta dejar una pasta fina. Aplicarla a modo de mascarilla no más de 10 minutos si la piel es sensible. Eliminarla con agua templada e hidratar la piel.
El aceite de sésamo es conocido por su alto contenido en ácidos grasos, minerales y vitaminas. Las semillas de sésamo también son ricas en estos nutrientes, por lo que serán excelentes para el cabello muy seco y estropeado.
Lo mezclamos y lo aplicamos a modo de mascarilla, que podemos dejar media hora, después aclaramos y lavamos con un champú suave. Si queremos lo podemos dejar más tiempo, mientras hacemos otras tareas antes de lavarnos el cabello.