La limpieza de la casa es uno de los trabajos que más tiempo nos ocupa en la vida doméstica. Nos lleva tiempo y esfuerzo conseguir un hogar limpio y agradable. Por eso, tendemos a realizar las tareas domésticas de una forma determinada porque nos funciona.
Sin embargo, en nuestra búsqueda constante por mejorar, en ocasiones se hace necesario cambiar las técnicas y los productos empleados. Es lo que sucede cuando queremos encontrar fórmulas para limpiar la casa de una manera ecológica.
Si has decidido limitar al máximo el uso de sustancias químicas en el hogar, ha llegado el momento de hacer una revisión en profundidad del armario de los productos de limpieza.
¿De verdad necesitas tener un limpiador para cada superficie de la casa? Simplifica y elige productos naturales. Puedes hacerlo en base a los resultados que demuestran que esas sustancias naturales son eficaces y funcionan. Al final, el objetivo es lograr que nuestra casa esté limpia y agradable.
Las rutinas de limpieza ecológica para la casa tienen grandes ventajas. Para empezar, el planeta y el medio ambiente te agradecerán el gesto de cambiar los químicos por limpiadores naturales, ya que son mucho más sostenibles.
También te lo agradecerá tu bolsillo, ya que la mayoría de ellos son mucho más económicos que los limpiadores comerciales.
Por otra parte, conseguirás una casa limpia y cuidada, ya que los productos naturales no son agresivos y no deterioran las superficies (aunque es necesario ser precavido en determinados casos).
Se evitan alergias, dermatitis e irritaciones cutáneas provocadas por los ingredientes agresivos y perfumes de ciertos limpiadores.
Es cierto que los productos de limpieza naturales son eficaces y cumplen su función. Sin embargo, también lo es que pueden tardar más tiempo que los comerciales, que actúan más rápido.
Por eso es importante no impacientarse y dar a cada producto el tiempo que necesita. Como dice Bego, La Ordenatriz, en su libro “Limpieza, Orden y Felicidad” (Ed. Planeta), “la paciencia es nuestra herramienta más preciada. Tanto el orden como la limpieza tienen sus ritmos que no podemos acelerar”.
A pesar de que ahora te parezca imposible prescindir de tu desengrasante comercial favorito, cuando compruebes que ciertos productos naturales eliminan la grasa eficazmente y de una manera más natural, no tendrás problema en hacerlo.
Puedes utilizar vinagre blanco para eliminar la grasa de muchas superficies: es ecológico, nada tóxico y bastante económico. Elige entre el vinagre de limpieza o el de uso culinario, siempre que sea blanco.
Un consejo: no utilices vinagre para limpiar la madera. Ten en cuenta que no deja de ser un ácido y puede dañar ciertas superficies.
Existe un producto natural muy adecuado para eliminar las manchas de grasa de todo tipo de tejidos, especialmente de los que no se pueden lavar en la lavadora, así como de algunos materiales porosos. En esta categoría entran las alfombras, las colchas y edredones demasiado grandes, los zapatos y botas de ante, etc.
Se trata de los polvos de talco, totalmente inocuos y muy efectivos, siempre que les dejemos tiempo de actuar. Espolvorea el talco sobre la mancha cubriéndola por completo y deja que actúe durante 24 horas. Si la mancha no ha desaparecido, sigue insistiendo.
Hace no tantos meses andábamos todos con el desinfectante en la mano todo el día, repasando superficies, frotando los pomos de las puertas y los picaportes. Aprendimos a desinfectar, una de las enseñanzas que nos dejó la pandemia.
Sin embargo, ahora que afortunadamente la situación ha cambiado, queremos desinfectar sin recurrir a la lejía y otros químicos. ¿Es posible conseguirlo de una forma natural? Existen productos de origen natural que son desinfectantes y eliminan los gérmenes.
Una opción útil, además del agua y el jabón, consiste en mezclar bicarbonato con agua oxigenada (que tiene propiedades antibacterianas).
Si le has declarado la guerra a la cal del agua y a los restos que deja en tu cuarto de baño, te habrás dado cuenta de que acabar con ella no es tarea fácil. En ciertas zonas en las que el agua corriente es dura y con alto contenido en cal, puede convertirse en una pesadilla.
Desde la mampara de la ducha hasta los grifos, la cal mancha todas las superficies. Puedes combatirla con limón, que ejerce una acción antical suave. También sirve el zumo de limón que venden ya exprimido para condimentar los platos.
Otra alternativa: mezcla a partes iguales agua, alcohol y vinagre blanco. Esta composición es bastante eficaz y no necesita aclarado.
