Tenemos claro que el sedentarismo influye en nuestra salud a muchos niveles, pero tal vez no habías pensado en que también puede haber un vínculo con la salud del cabello. ¿Estamos ante un factor que puede influir también en nuestro pelo? Los expertos así lo confirman. “Un estilo de vida sedentario se caracteriza por la inactividad física. Es decir, no se practica ejercicio de ningún tipo, ni siquiera moderado. Esto, unido a una alimentación incorrecta, posee unas complicaciones que agravan el estado de nuestra salud general, motivando patologías que también inciden en la caída del cabello. La principal es la de la obesidad, un factor fundamental del síndrome metabólico, que deriva en riesgo cardiovascular. La obesidad va asociada a un exceso de grasa corporal que, en el caso del cabello, daña el folículo piloso, y esto determina que la regeneración del ciclo de crecimiento del pelo se deteriore”, nos explica con detalle el doctor Carlos Caballero, director médico de la clínica Insparya Marbella.
Entonces, la pregunta clave que podríamos hacernos es la siguiente: si somos más sedentarios ¿tenemos más posibilidades de tener alopecia? “Como decimos, una vida demasiado sedentaria suele derivar en la obesidad, que es un verdadero factor de riesgo para la alopecia. Una excesiva grasa corporal puede desencadenar la pérdida de cabello, porque puede producir el agotamiento de las células madre del folículo piloso, al enviarles señales inflamatorias. Así, se daña el ciclo de crecimiento y regeneración del cabello, porque se bloquean los folículos y se miniaturizan hasta desaparecer”, confirma el doctor.
Sin duda, una situación de crisis como la que hemos vivido ha podido influir en nuestro ritmo de actividad. Por eso, teniendo en cuenta este posible vínculo entre el sedentarismo y la alopecia, nos planteamos si los expertos han podido notar un aumento de las consultas al respecto. “Sin duda, la pandemia ha extendido el sedentarismo, provocando un aumento de la incidencia del sobrepeso en la población. Se ha demostrado que, tras el confinamiento, muchas personas notaron un empeoramiento de su salud capilar. La poca actividad física por las restricciones, acompañada de estrés, una mayor ingesta de alimentos y de peor calidad se conformaron como el caldo de cultivo ideal para el debilitamiento y hasta la pérdida de cabello. Es decir, la combinación de la inactividad y el peso poco saludable acelera la alopecia en las personas con predisposición genética a padecerla”, nos cuenta.
Este fenómeno, como muestran los resultados de un reciente estudio llevado a cabo por la Facultad de Ciencias de la Salud de Barranquilla (Colombia), se ha incrementado con motivo de la pandemia, ya que las restricciones de movilidad han multiplicado el sedentarismo y el sobrepeso de la población. “No es que la inactividad haya generado un nuevo tipo de alopecia”, aclara el doctor, “sino que el eje sedentarismo-obesidad ha acelerado la alopecia en aquellas personas que ya tenían una predisposición genética a padecerla”.
¿Cómo ayuda el hecho de tener una vida activa a la salud de nuestro cabello? “La práctica de ejercicio físico aporta grandes beneficios a nuestra salud en general, y a la capilar en particular. Primero, al aumentar la producción de serotonina, lo que nos ayuda a combatir el estrés. Permite también una mayor oxigenación del cuero cabelludo, lo que activa la circulación
sanguínea, favoreciendo el crecimiento de los folículos pilosos, y ayuda a eliminar las toxinas a través del cuero cabelludo, lo que contribuye a un correcto funcionamiento de los ciclos habituales de crecimiento y caída del pelo”, concluye el experto.
Por tanto, además de una dieta equilibrada y baja en grasa, para evitar los factores de riesgo que causan la obesidad, es necesario combatir el sedentarismo practicando el ejercicio físico recomendado para cada tipo de persona y edad. Y en relación con los problemas vinculados a nuestro cabello, desde la clínica Insparya de Marbella, el Dr. Caballero recomienda combatir el daño en el folículo con tratamientos como el PRP, que activa los folículos en fase de envejecimiento para que vuelvan a producir cabello con calidad y resistencia, o la mesoterapia MesoHAIR, que actúa directamente sobre las células capilares para nutrir el cuero cabelludo con un compuesto de proteínas, vitaminas, ácido hialurónico y minerales. Lo que queda claro es que, ante un caso de caída del cabello, sin duda, es fundamental consultar con un profesional, que será quien se encargue de pautar cuál es el tratamiento más adecuado y detectará, en el caso de que sea necesario, el momento óptimo para practicar el injerto capilar, procedimiento más eficaz para combatir la calvicie.