Para mantener los suelos de la casa limpios un buen hábito es quitarse el calzado de calle nada más pisar el recibidor, para no entrar suciedad del exterior. Por ejemplo, si el pavimento de la casa es de madera esto evitará que pueda arañarse o deteriorarse debido a una pequeña piedra adherida en la suela del zapato. Aunque este hábito no evitará que el suelo se ensucie, sí conseguirá que debas limpiarlo con menor frecuencia. ¿Qué utensilios emplear para mantener impecable el suelo? Existen múltiples opciones: aspiradores (de trineo, tipo escoba, robots), cepillos para barrer, fregonas (de microfibras, algodón), mopas… Además, de cada modalidad se comercializan diferentes modelos. Te descubrimos cuáles son los mejores.
Aunque primero de todo habrá que tratar un aspecto importante a la hora de hacer las tareas domésticas. ¿Hay que limpiar primero el polvo de los muebles o es mejor comenzar limpiando el suelo? El orden de los factores, sin duda, afectará a la eficacia de la limpieza general y conviene comenzar por pasar el polvo, debido a que mientras se realiza esta tarea caerán algunos residuos en el pavimento.
Te en cuenta que los suelos tienen que mantenerse libres de polvo por medio de aspiradores, cepillos para barrer o mopas. Y para un mantenimiento más profundo, que desinfecte las superficies, será el momento de fregar. Dependiendo del material del pavimento habrá que hacerlo de forma semanal o, en el caso del parqué, será preferible hacerlo cada 15 días, aunque sí podrás pasar una mopa algo humedecida antes. Y en el caso de espacios propensos a acumular suciedad como las cocinas o los baños, la frecuencia debe ampliarse.
Por cierto, cualquier líquido vertido o mancha producida es mejor eliminarla al momento de detectarse, porque si no se hace así la suciedad puede propagarse y terminar multiplicando las tareas de limpieza.
Para eliminar el polvo del suelo habitualmente, casi que a diario, sobre todo si tienes mascotas que sueltan pelos, habrá que pasar el aspirador. Existen tres modalidades de aparatos distintas. Pero primero de todo fíjate en que tenga una buena capacidad de succión, para realizar esta tarea doméstica con más facilidad y rapidez:
Las mopas son muy polivalentes, dado que permiten limpiar el suelo en seco o, si se prefiere, en mojado. Es un utensilio que tiene forma rectangular y que sirve para quitar la suciedad y eliminar el polvo de los pavimentos. Si vas a utilizarla para fregar, ten en cuenta que las de microfibras se recomiendan para suelos de madera, pues apenas aplican agua y se logra que las superficies sequen rápidamente. Las mopas de algodón son perfectas si no vas a usar detergentes neutros, pues resisten mejor a los productos químicos. Otra de las opciones del producto a elegir es si la mopa irá con recambios o será lavable.
Para facilitar las tareas de escurrido del agua, algunos cubos cuentan con un sistema de centrifugado, ideal sobre todo si queremos fregar superficies sensibles al agua y la humedad, como las tarimas de madera o el parqué. Dicho escurridor puede tratarse de un cabezal de la fregona giratorio a 360° que al colocarse en el escurridor centrifuga o ser operado por un pedal, como en la propuesta de Vileda, un sistema todavía más cómodo aunque, eso sí, también más costoso.
Vigila que el cubo tenga una barrera especial antisalpicaduras, de este modo protegerás tu ropa durante la limpieza del suelo.
Un aspirador ofrecerá un mejor rendimiento si se vacía el depósito cuando esté lleno o se cambia la bolsa si la tiene llena y, también, si se procura que él mismo no ha acumulado polvo o se han quedado pelos adheridos al aparato. Del mismo modo, hay que limpiar los filtros regularmente.
El cepillo de barrer suele acumular polvo y suciedad en su interior y también se le quedan fijados pelos y pelusas. Usa un peine especial para limpiarla (lo suele proporcionar el fabricante). Para mantener la fregona no la dejes en el cubo con el agua cuando acabes de fregar, déjala fuera en un sitio donde pueda secarse bien. Tanto para la escoba como para la fregona, cuando sea el momento de una limpieza más exhaustiva habrá que dejarlas en remojo con una solución a base de agua con un chorrito de amoniaco unas horas y luego dejar secar.
En el caso de las mopas, debes poner un recambio nuevo si el puesto ya esté sucio o, en el caso de que sea lavable, si tras el uso ha acumulado mucho polvo, tienes que quitarlo para ponerlo en la lavadora en un programa a 30º C.
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