Esta es una de las preguntas que nos hacemos a la hora de ponernos a dieta, e incluso no es difícil escuchar en las consultas de nutrición la típica frase de “el pan es mi perdición “, lo que sucede es que el pan forma parte de nuestra cultura alimenticia y estamos acostumbrados a acompañar nuestras comidas con él, pero, ¿es este un verdadero problema que afecta al sobrepeso?
A través de un informe, el Consejo de Alimentos de Trigo de Estados Unidos despejó algunas dudas sobre los valores nutricionales del pan, dirigidas a si este alimento es causa de obesidad. La conclusión fue bastante clara: “la idea de que el pan engorda es una gran mentira”.
El argumento que expusieron los investigadores es que “en promedio, una rebanada o ración de pan contiene sólo 1 g de grasa y 75 calorías (más o menos la cantidad que tiene una manzana mediana), las cuales en su mayoría provienen de los carbohidratos. El cuerpo humano requiere de fuentes de energía; los carbohidratos dotan de 4 calorías por gramo, mientras que la grasa contiene 9 calorías por gramo”.
Asimismo, indica el reporte, la importancia del pan es fácil de apreciar a través de dos modelos gráficos que lo ubican junto con pastas, arroz, tubérculos, leguminosas y maíz como elementos indispensables: la pirámide nutricional, desarrollada por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, y el círculo nutrimental, avalado por la Organización Mundial de la Salud.
Sin embargo, mucha gente cree, erróneamente, que el pan es un “alimento inútil” o con poco valor nutrimental. Para aclarar este punto, la Asociación Estadounidense de Panaderos realizó un estudio que establece que cuatro rebanadas de pan blanco enriquecido —porción diaria recomendada para niños, adolescentes y hombres activos— proporciona aproximadamente 280 calorías o el 10% de un total diario de una dieta de 2,800 calorías. Esta misma ración contiene 14% de los requerimientos diarios de proteína, y cantidades mayores de vitaminas y minerales.
El pan es un alimento elaborado básicamente de harina, agua y sal y al igual que el resto de los farináceos es rico en hidratos de carbono, pero apenas contiene grasa, (a excepción de aquéllos panes que se elaboran con aceites o mantecas).
El pan es una fuente de hidratos de carbono, un macronutriente necesario para el completo desarrollo de nuestro organismo y sus funciones básicas. Por tanto eliminarlo de la dieta, es un grave error. Su consumo excesivo tampoco es la solución si lo que queremos es perder peso, pero debemos ajustar su aporte calórico a nuestro gasto energético.