Cómo lograr un lugar de estudio en casa

27
Ago

Cómo lograr un lugar de estudio en casa

  • Publicado por: - Quilmes Compra
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Te contamos algúnos consejos para vivir mejor el confinamiento. Con algo de imaginación  se pueden armar espacios funcionales para el aprendizaje y con estrategias útiles para afrontar plazos más largos de cuarentena.

Confinados en casa, ésta situación obliga a reconvertir el hogar en un espacio donde aprender. Y no siempre es fácil, sobre todo cuando conviven varias personas y la vivienda no excesivamente espaciosa.

¿Tenés problemas para estudiar? ¿No te concentras? ¿Te distraes fácilmente al estar en la mesa del comedor cuando deberías saberte ya los contenidos? Según los especialistas, lograr un bienestar eficiente es el pilar básico para conseguir un espacio de estudio adecuado.

Si aún no lo tenes o querés mejorarlo, lo primero que tenes que hacer  es reorganizarte.Saber cuáles son tus posibilidades, de qué espacio dispones y buscar soluciones creativas ayudarán a conseguir los objetivos marcados, transformar algunos elementos hogareños y adecuarlos a las necesidades actuales. Y pactar horarios o reparto de espacios con aquellos con quienes se convive en función de las necesidades de cada uno.

Para conseguir un buen aprendizaje, no hay que olvidarse de compaginar los ratos de estudio con otros de movimiento y distracción. Y pese a que los nervios estén más a flor de piel, evitar las discusiones. Todo ayuda a la hora de optimizar el rendimiento.El primer consejo es que el lugar de estudio, probablemente un espacio de la casa readaptado y que sea cómodo, que se sientan todos a gusto en él. También ha de ser tranquilo (todo lo que sea posible en función de dónde y con quién se viva) e invitar a la concentración.
Los espacios del hogar pasan a tener un valor que antes no habíamos pensado. Un valor diferente. Si el lugar de estudio es creativo, agradable y cuidado, de por sí crea bienestar y eficiencia. Entonces, el aprendizaje se produce porque estás más receptivo.Se aconseja determinar la zona de trabajo: una mesa, por ejemplo, ya es un límite. La silla debe ser cómoda y la espalda tiene que quedar recta. En relación al escritorio, debería llegar a la altura de tu cintura, de tal manera que al sentarse se puedan apoyar los codos sobre la mesa sin necesidad de agachar los hombros. Si no se llega a la mesa, siempre se puede poner un almohadón.Los especialistas recomiendan evitar las camas y sofás, ya que invitan a adormecerse, con lo cual el trabajo no se termina. Si hay que leer, se puede hacer en exteriores, como en la terraza.
Sin ruidos
 Otro aspecto clave para disponer de un buen espacio de estudio es que no haya interferencias ni ruidos. Para bloquear los sonidos distractores se pueden usar cascos o sonidos de lluvia o ruido blanco de fondo. Hay sitios web y aplicaciones con muestras de estilos.Si es importante hacer respetar la ausencia de ruido y gritos en casa durante las horas de estudio. También podes poner un cartel más o menos informal. Ahí van algunas ideas de ejemplo: desde el “no molestar” pasando por el “silencio por favor” “silence please” “Estoy estudiando! ”.
Tener cerca el material necesario

Es importante tener a mano todos los elementos necesarios para las tareas ya sea escolares  o de trabajo, evitando otros que inciten a la distracción.Todo aquel material necesario para estudiar (libros, portátil, diccionarios, atlas, papeles, bolígrafos, calculadora, apuntes…) tiene que estar cerca para no tener que levantarse continuamente. Tener todo ello al alcance es una forma también de no perder tiempo buscando una regla o minas de lápiz, por citar algunas herramientas.

Luz, ventilación… un buen ambiente

Sentirte cómodo en el espacio de estudio es fundamental. El espacio es un importante activador del aprendizaje.Otra recomendación de los expertos es que la luz ambiental es esencial para la productividad. Por eso, proponen situarse cerca de una ventana o balcón con luz natural indirecta, importante para la visión. Y si se ha de estudiar con luz artificial, que sea cálida. Y los colores claros y neutros de las paredes ayudan más a la concentración.Un área de estudio oscura no sólo facilitará el quedarse dormido, sino que además puede llevarnos a forzar la vista, lo cual pondrá freno a cualquier sesión de estudio. Para aquellos que estudian muchas horas ante el ordenador o el portátil hay que tener en cuenta una serie de consejos para cuidar los ojos como inclinar ligeramente la pantalla o la distancia de observación, que debería alargarse a como mínimo 35 centímetros.También es importante que la zona de estudio tenga una buena ventilación y la temperatura sea adecuada, ya que de esta forma aumentará el confort y el rendimiento. Todo ello mejora la capacidad de atención y resistencia física, reduce la fatiga y proporciona mayor energía.

Ordenado y no sobrecargado

Tener todo el material superpuesto y una mesa repleta de cosas lleva a la confusión. Para evitar distracciones, lo mejor es colocar los elementos justos. Se aconseja no sólo tener delante lo que se necesita en ese momento sino que mejor si, además, está ordenado. El desorden puede provocar distracciones innecesarias. El espacio, sin embargo, no ha de estar sobrecargado.“Se está produciendo en casa un aprendizaje que es muy importante. Esto nos hará crecer a las personas. Por eso también hay que buscarle todas las potencialidades a esta situación”.

Imágenes que motiven

También se puede personalizar el espacio de estudio con aquellas imágenes que resulten atractivas. Alguna foto de la mascota, que tantos beneficios aportan con o sin confinamiento, será un buen reclamo y una buena motivación para concentrarse y acabar antes. O la foto del capricho que uno espera obtener después de pasar los exámenes… podría ser también otra buena opción.

Un horario y planificación

Marcar un horario y un plan de trabajo también ayudará a conseguir los objetivos de estudio. Los expertos recomiendan priorizar un horario matinal porque es cuando hay más luz y la actividad mental está más creativa y potenciada. Una de las propuestas que hacen es crear plafones para visualizar las tareas y los objetivos marcados, para poder ir haciendo seguimiento de las cosas pendientes y realizadas. También sirven las notas autoadhesivas de colores.“Es un forma de visualizar el objetivo final del porqué se hacen las cosas. De esta forma todo tiene un sentido. Es la manera de buscar la motivación y plantear los retos”.

 Si se puede elegir, es mejor habilitar la zona de estudio en una zona con mucha luz natural. Según expertos de los centros escolares, aconsejan que entre tarea y tarea ha de haber 10 minutos de descanso, y primero hay que hacer el trabajo más urgente. Indicar con rotuladores las tareas más importantes y asegurarse de las fechas de los controles y la entrega de tareas de planificación semanal junto a un listado de tareas. Además,  la mesa debe estar libre de objetos que distraigan, con buena luz .El objetivo es que reflexionen sobre qué puntos fuertes y débiles tienen y, dentro de su realidad, intenten mejorar aquellos aspectos que los pueden preocupar más.

La familia, indispensable.

Ante un espacio que es común y unas necesidades particulares entre los diferentes miembros de la familia, se tendrán que hacer turnos . La clave es organizarlo de manera que todos puedan disponer de los equipamientos. Se trata de buscar las mejores soluciones estos días de convivencia entre familia: padres, niños, adolescentes…

También es primordial distribuir y organizar los ratos que haremos actividades juntos así como gestionar los espacios individuales necesarios para cada miembro de la familia. Y en algunos casos se tendrá que ceder…Además, se aconseja implementar una rutina diaria con la familia. Levantarse temprano a una hora razonable, vestirse, almorzar, realizar las comidas recomendadas en un horario establecido por cada familia, sin olvidar colaborar en las tareas de casa. Sería bueno establecer qué responsabilidades diarias tiene cada miembro de la familia .

Reloj

Usar un reloj ayuda a fijarse metas de estudio relacionadas con el tiempo. Una meta, por ejemplo, sería estudiar un tema en 40 minutos. Esta presión leve puede ser favorecedora para el estudiante. También funciona con un cronómetro, si se quiere ser más preciso.Cuanto mejor esté organizado el tiempo de estudio, menos esfuerzo exigirá al estudiante y se obtendrán mejores resultados. La voluntad (es decir, el querer estudiar) y el interés son dos factores que ayudarán a la asimilación de los aprendizajes, según los especialistas. Así que el éxito final dependerá de varios factores como la actitud proactiva hacia el estudio, el grado de motivación para abordar las tareas y disponer de un espacio adecuado para desarrollarlas.

Moverse y comer bien para rendir mejor

No todo es estudiar. También tiene que haber momentos para descansar y activar el cuerpo. Los ratos de estudio y trabajo no deben de alargarse, según los expertos. Marcar rutinas para levantarse y estirar las piernas haciendo estiramientos puede ser una buena solución, así como realizar algún deporte, bailar o hacer actividades que te hagan sentir bien y te gusten. Moverse ayudará a reducir el estrés e influirá en el estado de ánimo favoreciendo un mayor bienestar personal.

La actividad debe estar presente, aún estando confinados. Al lado de donde se estudia es importante que se pueda hacer movimiento. Puede confeccionarse un espacio de movimiento libre para activar y desahogar el cuerpo: una tela de circo, anillas, un saco de boxeo o cojines al suelo. Algo para la psicomotricidad o para correr, beber mucha agua para hidratarse. Es necesaria para el cerebro, hay que evitar comer bocadillos mientras se estudia. Es fácil picar sin darse cuenta cuando se está estudiando, y más en casa. Una opción es optar por las frutas y dejar el bocadillo para cuando se haga una pausa de estudio. Se recomienda no comer excesivo azúcar ni cafeína.

Tiempo para conectarse virtualmente

Para contrarestar el tiempo de estudio recluidos se recomienda hablar con amigos y familiares de forma virtual, ya que permite mantener el vínculo y compartir lo que hacemos y cómo nos sentimos. “Es importante romper el aislamiento”. Participar en iniciativas sociales y tareas de voluntariado también fomenta la comunidad”, ya que es una forma de conectarse con otras personas y sentirse útil colaborando.

Saber decir basta

Al final de la jornada de estudio también hay que saber parar. El horario ayuda a visualizar que es hora de desconectar, y que es bueno hacerlo para afrontar un nuevo día en condiciones, sin excesivo cansancio. Después del estudio, para distraerse son muchos los que optan para sumergirse en las redes haciendo uso de las pantallas. En este caso saber decir basta, a veces, cuesta más.Pero no dejar las pantallas a tiempo puede ser un inconveniente incluso para conciliar el sueño. Hacerlo un rato antes de ir a dormir favorecerá que se pueda dormir mejor. Si hay problemas en el dormir, se aconseja establecer una pautas de buena higiene del sueño y una rutina para desconectar.

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