En familia y cuando recibimos, nos encanta pasar largo tiempo en el comedor, degustando ricos platos. No hay nada como gozar de un espacio agradable de sillas cómodas, mesa con capacidad y, por supuesto, una iluminación adecuada. Para ello son clave las lámparas colgantes. Si vas a combinar varias y tienes dudas sobre cómo hacerlo, toma nota de estos consejos y el éxito estará asegurado. Por ejemplo, en esta propuesta vemos la mezcla de tres lámparas de fibras naturales de Madam Stoltz, que regala al ambiente unas pinceladas de descaro y frescura.
Este ambiente de comedor lo firma Pia Capdevila quien explica que “en todos mis proyectos intento realzar la zona del comedor con la luz de las lámparas suspendidas”. En este caso concreto apuesta por repetir el mismo modelo (de Maisons du monde), porque “al tratarse de una pieza pequeña, usando varias unidades dimos el volumen que nos pedía el tamaño de la mesa y, al mismo tiempo, con la disposición a diferentes alturas conseguimos dar movimiento y el conjunto no se aprecia estático”, narra la interiorista.
La lámpara PH, de la firma Louis Poulsen, es un diseño icónico que ideó Poul Henningsen y tiene casi un siglo de vida. En esta propuesta Freehand arquitectura combina el mismo modelo pero en diferentes colores. “Esto es acertado siempre que el diseño y el entorno lo pida. Este espacio consta de tres gamas cromáticas en contraste, que encajan perfectamente con los tres colores escogidos para la luminaria, que son: el blanco, el gris y una tonalidad anaranjada. De esta manera no solo no rompen con la armonía del espacio sino que fortalecen el diseño y vida del espacio”.
Es habitual ver juntas en diferentes formas las lámparas Beat de la firma Tom Dixon, como en esta propuesta de Live in Design Studio, que combina Beat Flat, Beat Tall y Beat Fat. Desde el estudio consideran que “apostar por varias lámparas colgantes en el comedor es acertado cuando sea posible observar las lámparas desde diferentes puntos de vista para entender su composición tridimensional. Un buen ejemplo sería un comedor centrado en un espacio que disponga de altura y se pueda recorrer en su perímetro, un espacio donde cada comensal tenga un ángulo diferente de tal modo que la composición se puede observar alrededor de una mesa fija”.
En la propuesta que vemos realizan un juego de alturas que rompe con la uniformidad. Una reflexión que hacen es que “los conjuntos las lámparas trascienden de su funcionalidad meramente iluminativa para convertirse en elementos esculturales gracias a su composición y es por esto que la organización entre ellas es clave para conseguir este efecto”.
Este comedor de decoración tropical es muy rico en matices: paredes y techos están ornamentados con paisajes, se combinan varias sillas de comedor y los tejidos de la tapicería son de tacto aterciopelado y con otras texturas y tactos… ¿Qué podemos decir de la iluminación? Pues preferimos que nos lo detalle todo la responsable de su decoración, Virginia Gash, de VG Living: “cuando vi la lámpara Wink, de la firma Houtique, fue un todo un flechazo porque era perfecta para este espacio. Es una lámpara con un diseño muy impactante, aun siendo sencilla. Lo que más me gustó fue que aporta mucho movimiento por los flecos, por eso se colocan a distintas alturas y se giran, para crear mayor efecto visual en la contraposición de las formas y los flecos”. Y prosigue: “en general cuando juegas con varias lámparas, salvo que utilices dos en línea buscando una composición simétrica, me gusta colocarlas a varias alturas para conseguir un volumen compensado en diseño y más rico en matices”.
En este ambiente se combinan modelos distintos (del mismo material y color), y varias alturas, en un juego que crea volumen y profundidad. Desde Freehand arquitectura, que han diseñado este elegante espacio de comedor, comentan que “este tipo de composiciones es mucho más agradable visualmente, ya que si todas las lámparas están a la misma altura finalmente terminamos apreciando un bloque denso donde no se diferencian bien los distintos elementos”. Y prosiguen, “siempre es buena idea instalar más de una lámpara colgante sobre la mesa de comedor cuando los espacios son amplios, pues de este modo se consigue vestir la estancia”.
Este ambiente ha sido diseñado por Coblonal con lámparas Maija 15, de Santa & Cole, una creación de Ilmari Tapiovaara con pantalla metálica. Núria Fernández, arquitecta del estudio considera que a la hora de combinar varias lámparas en el comedor “se debe dar protagonismo a la pieza central: la mesa. En el caso de esta propuesta, el proyecto era para una clienta que deseaba un estilo muy minimalista y se eligieron varias lámparas suspendidas muy pequeñas, pero a la vez funcionales y que cedían el protagonismo a la mesa. Además, el juego de alturas se realiza para dar aire entre cada una de las lámparas, para crear diversas perspectivas desde diferentes puntos de la estancia”.
Núria también detalla por qué se toma la decisión de agrupar las luminarias, cuando es más habitual verlas disgregadas: “la mesa es una pieza cuadrada y decidimos que las lámparas se instalaran entorno al punto central. En el caso de las mesas de forma rectangular, como hay que dar luz a más recorrido, entonces optamos por disponer las luces linealmente”.
